Jueves 10 de Julio de 2025

Hoy es Jueves 10 de Julio de 2025 y son las 07:48 - ¡Hola! Bienvenido a mi sitio web. Te invito a recorrer las secciones.

  • 12º

12°

El clima en Buenos Aires

ACTUALIDAD

12 de junio de 2025

La otra cara del ajuste: la clase media se achica, resigna y retrocede

Por: Carlos Rodriguez

Mientras el Gobierno celebra la baja de la inflación, una mayoría silenciosa pierde calidad de vida, consumo simbólico y acceso a servicios básicos. “El repunte salarial es engañoso”, advierte un informe de la UBA.

Detrás de los festejos oficiales por una inflación que finalmente perforó el 2%, se esconde una verdad menos marketinera pero mucho más palpable en las calles, en los hogares y en las billeteras: la clase media argentina se achica. Bajo la gestión de Javier Milei, este sector viene protagonizando un deterioro sostenido de su poder adquisitivo, con una resignación silenciosa de consumos históricos que hasta hace poco definían su identidad social.

Según un informe del Centro para la Recuperación Argentina de la UBA, el 59% del gasto familiar durante el primer año del gobierno libertario se destinó a servicios —un salto de 10 puntos respecto del año anterior—, marcando un viraje drástico en las prioridades del hogar. “Se registra un cambio drástico en la composición del gasto de los hogares”, señalaron los especialistas, que describen un escenario en el que cubrir lo básico deja fuera todo lo demás.

Únete a nuestro Instgram https://www.instagram.com/almafuerteradio/ y accede a las noticias mas relevantes

Aunque hacia fines de 2024 se registró una leve mejora nominal en los salarios, el informe advierte que esa recuperación es apenas un espejismo. “Si bien los salarios pudieron haber mostrado una recuperación nominal, el poder adquisitivo real se vio mermado por la necesidad de cubrir costos fijos ineludibles”. La inflación de servicios fue feroz: en CABA, el transporte subió 707%, el gas 631%, la electricidad 390% y el agua 350%, muy por encima del 129% en alimentos y del 174% en lácteos. El golpe fue brutal y silencioso, como una soga que se aprieta de a poco pero no afloja.

La movilidad social ascendente —ese sueño tan argentino de progresar con esfuerzo— también se estancó. Para mantener su lugar en la pirámide, una persona debería haber incrementado sus ingresos en un 125%, pero los salarios promediaron apenas un 119%. “Esa diferencia se tradujo en una pérdida real del poder adquisitivo y, en muchos casos, en un descenso en la escala social”, concluyeron los investigadores.

En la práctica, el recorte es tangible: medio año menos de cuota social de club, dos meses menos de gimnasio, 66 pasajes menos a Mar del Plata en tren. También cayó el consumo simbólico: las ventas en shoppings se desplomaron un 24%, con caídas alarmantes en librería y papelería (-57%), perfumería y farmacia (-37%) y ropa deportiva (-17%).

“Más allá de los números, las realidades concretas de las familias muestran el esfuerzo cotidiano para intentar llegar a fin de mes”, remarcan desde la UBA. El ajuste, lejos de ser una abstracción, se traduce en menos salud, menos recreación, menos futuro. Mientras el Gobierno aplaude índices, la clase media —columna vertebral del país— se encoge sin hacer ruido.

COMPARTIR:

Comentarios