ACTUALIDAD
14 de junio de 2025
Inflación en baja, heladeras vacías: se desploma el consumo y crece el malestar social

Aunque el Gobierno festeja el 1,5% de inflación en mayo, la realidad es otra: menos comida en las mesas y más argentinos que no llegan a fin de mes.
El número que el Gobierno muestra con orgullo —un 1,5% de inflación en mayo, según el INDEC— contrasta brutalmente con el día a día de millones de familias. Porque detrás del dato técnico se esconde una verdad incómoda: la recesión se profundiza, el consumo se derrumba y las góndolas, aunque con precios más estables, lucen cada vez más vacías de compradores.
De acuerdo con Focus Market, el consumo masivo cayó un 3,2% en mayo respecto a abril, con una baja interanual del 1%. Lo más preocupante es que los alimentos, pese a registrar apenas un alza del 0,5%, fueron los más recortados por los hogares. “La baja de la inflación no es suficiente para reactivar el consumo. El daño al poder adquisitivo fue profundo. Hoy el miedo no es a que suban los precios, sino a no poder administrar el ingreso hasta fin de mes”, explicó Damián Di Pace, director de la consultora.
Únete a nuestro Instgram https://www.instagram.com/almafuerteradio/ y accede a las noticias mas relevantes
En el interior del país, la caída fue aún más grave: 4,1% menos consumo y una facturación que retrocedió 2,7%. En el AMBA, la baja fue del 1,5%, con ventas estancadas. Ni los autoservicios ni las tiendas de barrio zafaron: los tickets son cada vez más bajos, incluso con precios que dejaron de subir al ritmo de meses anteriores.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) lo confirma: el consumo de alimentos y bebidas se hundió un 7,6% en mayo. También hubo caídas en ferretería (-2,6%), indumentaria (-1,6%) y calzado (-0,5%).
La postal es clara: el programa económico de Javier Milei logró enfriar los precios, pero al costo de congelar salarios y vaciar bolsillos. Entre enero y abril, el salario real cayó 1,9%. En mayo hubo una leve mejora por paritarias, pero la estrategia oficial es seguir reforzando el “ancla salarial”. La recuperación, por ahora, ni se asoma.
La consultora Vectorial advierte que la actual desinflación depende de tarifas congeladas y consumo deprimido. Un equilibrio frágil que podría romperse en cualquier momento, sobre todo si en el segundo semestre se agotan los dólares y la inflación retoma impulso.
Mientras tanto, en los supermercados, la escena se repite: productos que ya no aumentan… pero tampoco se venden. Una economía que desacelera, sí, pero no para volver a crecer, sino para ajustar —y fuerte— por el plato de los argentinos.