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8 de octubre de 2024
Caputo Cierra el Enohsa: "El fin del agua potable y cloacas"
El ministro de Economía lo calificó de "antro de corrupción". Trabajadores alertan sobre la pérdida de 230 empleos y la paralización de obras clave en todo el país.
El ministro de Economía, Luis Caputo, sorprendió anoche con el anuncio de cerrar el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), una medida que dejó a la Argentina en shock. En una entrevista con LN+, Caputo arremetió contra el organismo al llamarlo “antro de corrupción” y justificó su cierre al señalar que “se creó en 1995 para hacer una obra o dos, pero después le encontraron la vuelta”. Sin embargo, la medida está lejos de ser una decisión aislada, y la reacción de trabajadores y expertos no tardó en llegar, asegurando que esta decisión pone en peligro el acceso a agua potable y cloacas en todo el país.
El Enohsa, a pesar de la acusación del ministro, no es un organismo nuevo. En realidad, tiene 61 años de historia, habiendo nacido como Servicio Nacional de Agua y Saneamiento, un pilar esencial para el acceso a servicios básicos en zonas vulnerables y rurales. Durante años, ha sido el principal impulsor de obras de agua potable y saneamiento en las regiones más necesitadas.
Pero el impacto de la medida no solo se limita a la pérdida de este organismo emblemático. 230 puestos de trabajo están en peligro, y la paralización de más de 120 proyectos clave, que garantizan el acceso a servicios de agua y cloacas, también amenaza con dejar a muchas localidades sin agua.
Desde el Sindicato de Obras Sanitarias lanzaron una feroz crítica a la decisión del gobierno, advirtiendo que el cierre del Enohsa es una medida que "pone en riesgo el acceso a agua y saneamiento" en todo el país. En su declaración, los trabajadores también denunciaron que la decisión afectará gravemente a las zonas rurales y provincias con bajo acceso a estos servicios básicos.
El Enohsa ha sido el responsable de financiar y coordinar los proyectos de saneamiento más importantes, como el Programa Federal de Saneamiento (Profesa), la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) y varios proyectos con la ayuda del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En la actualidad, el organismo supervisa 120 obras prioritarias que aseguran la llegada de agua potable a comunidades históricamente olvidadas.
“El Enohsa es vital. Ha llevado agua potable a comunidades marginadas, y ha extendido la red cloacal en áreas que no habían tenido acceso nunca”, indicaron desde el sindicato, lamentando la decisión que pone en peligro la calidad de vida de millones.
La crisis de empleo también es una preocupación que crece rápidamente. Desde la creación del Enohsa, el personal ha disminuido un 35%, reduciendo el número de trabajadores de 358 a 230. Las fuentes del gremio revelaron que la Subsecretaría de Servicios Hídricos, que asumirá las funciones del Enohsa, cuenta con apenas 124 empleados, lo que pone en duda la capacidad de este organismo para continuar con las obras que hoy supervisa el Enohsa.
Ernesto Cresto, ex titular del Enohsa, alertó que este cierre tendrá un impacto directo en los municipios, que muchas veces no tienen la capacidad financiera para desarrollar redes de agua y cloacas por sí mismos.
A pesar de que el ministro Caputo defiende la medida como un ajuste necesario, la realidad es que el 80% de la población de Argentina tiene acceso a agua potable, pero solo el 60% disfruta de cobertura de cloacas. Estas cifras varían enormemente según la región, y es en las zonas rurales y en localidades de menores recursos donde el Enohsa ha jugado un papel fundamental.
El cierre de este organismo, sumado a la paralización de obras y a la falta de personal capacitado, amenaza con dar marcha atrás en los avances logrados en la provisión de estos servicios esenciales.