DEPORTES
7 de julio de 2025
“Esto es más que todo lo que hice”: Di María volvió a Central y desató una locura en Rosario

Entre lágrimas y ovaciones, el campeón del mundo fue presentado en el Gigante de Arroyito. Prometió dejarlo todo por su gran objetivo: ser campeón con el club de sus amores.
Rosario vivió un día inolvidable. Ángel Di María, el hijo pródigo, regresó a Rosario Central y lo hizo con una frase que quedó grabada en la historia: “Esto es más que todo lo que hice”. La emoción fue total en el Salón Centenario del Gigante de Arroyito, donde “Fideo” fue presentado oficialmente ante los medios como nuevo refuerzo del equipo. Entre lágrimas, dejó en claro que no vuelve a pasar el tiempo: vuelve a cumplir un sueño.
“Mejor una pelota, mucho más fácil”, bromeó apenas tomó el micrófono, intentando descomprimir un momento cargado de sentimientos. Di María no sólo viene a cerrar un ciclo: llega a escribir un nuevo capítulo. Y lo dejó en claro con sus palabras: “Ser campeón con Central, es lo único que me falta. El sueño de volver estaba, lo cumplí. Ahora el siguiente es intentar ser campeón con Central y es el deseo que tiene mi familia y yo”.
Únete a nuestro Facebook https://www.facebook.com/almafuerteradio2022 y accede a las noticias más relevantes.
El primer contacto con los hinchas será este viernes 12 de julio, cuando el Canalla reciba a Godoy Cruz en el inicio del torneo Clausura. Di María no descartó estar en el partido, aunque dejó la decisión en manos del DT Miguel Ángel Russo: “Preguntale a Ariel si voy a estar o no. Seguramente el sábado va a ser muy lindo, después veremos si me toca jugar o no, será decisión de Ariel”, dijo entre risas, cómplice de un momento que ya es historia.
El regreso movilizó a toda la ciudad. Aunque el club había pedido que el evento fuera solo para la prensa, miles de hinchas se acercaron a los alrededores del estadio para recibir a su ídolo. “Fideo” ya tuvo su primera práctica en Arroyo Seco y la calificó como “muy positiva y llena de alegría”. El vínculo con el plantel y el cuerpo técnico comenzó con la energía que solo genera alguien que vuelve desde el corazón.
El cierre de la jornada fue perfecto. Primero, la imagen con el mánager Federico Lussenhoff, camiseta en mano. Luego, la postal que conmovió a todos: Di María pisando el césped del Gigante con su familia, con la camiseta auriazul en el pecho y los ojos brillando. A los 37 años, campeón del mundo con Argentina y con una carrera brillante en Europa, el crack vuelve a sus orígenes con una sola meta: darle a Central la estrella que le falta. Y esta vez, todo parece posible.