ACTUALIDAD
21 de junio de 2025
Alarma en la industria: una de cada diez fábricas dejó de exportar y se agudiza la recesión

El Monitor de la UIA refleja caída de ventas, empleo y producción. Empresarios advierten: “No es falta de ganas, es falta de condiciones”.
El corazón productivo del país late cada vez más lento. Según el último informe del Monitor de Desempeño Industrial (MDI) de la Unión Industrial Argentina (UIA), el 11,4% de las empresas que exportaban dejaron de hacerlo en lo que va de 2025. El dato no solo refleja una pérdida concreta de presencia argentina en el mundo, sino también un preocupante síntoma de retracción de la economía real.
“El 57,8% de las empresas que abandonaron las exportaciones lo hizo por el alza de costos internos, y un 31,3% lo atribuyó directamente al tipo de cambio planchado que aplica el Gobierno para frenar la inflación”, detalló el Centro de Estudios de la UIA. La combinación de insumos más caros en dólares y un peso artificialmente fuerte, según los industriales, es “letal” para la competitividad.
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El informe, que releva a más de 600 firmas, también revela que un tercio de las industrias redujo su producción en el segundo trimestre. Las ventas internas tampoco repuntan: el 41,3% reportó caída de la demanda, mientras que solo el 24,9% mostró mejoras. En cuanto al empleo, la tendencia también preocupa: un 20,1% de las fábricas achicó su plantilla, frente a un 14,8% que incorporó trabajadores. Los datos oficiales avalan la tendencia: en marzo se perdieron 4.162 empleos industriales registrados.
“El índice de difusión volvió a terreno negativo y las expectativas se moderaron incluso entre los sectores que venían resistiendo”, sostiene el documento. Además, un 43,8% de las empresas reconoció problemas para pagar sueldos, servicios, impuestos o deudas bancarias.
Desde la UIA, el diagnóstico es claro: el combo de atraso cambiario, altísimo costo financiero y presión tributaria está minando la capacidad productiva, en especial la de las pequeñas y medianas empresas. Y si bien algunos sectores aún muestran señales positivas —como la exportación de autos, que subió 14,7%—, el panorama general es de repliegue.
“Queremos seguir produciendo y vendiendo, no estamos pidiendo subsidios, estamos pidiendo reglas de juego que nos permitan competir”, aseguró un empresario metalúrgico de Córdoba. La frase resume un sentimiento extendido en el sector: sin reacción, la recesión se profundiza, y el país pierde industria, empleo y mercado.