ACTUALIDAD
29 de mayo de 2025
Cientificidio en marcha: multitud en las calles contra el vaciamiento del sistema científico argentino

Miles de investigadores, becarios y trabajadores del sector se movilizaron este miércoles en todo el país para denunciar los despidos, recortes presupuestarios y la falta de financiamiento en la ciencia nacional. “Esto no es ajuste: es aniquilación”, alertaron los manifestantes.
A pesar de la ola polar, una multitud, principalmente joven, se congregó frente al Polo Científico y Tecnológico en Palermo bajo la consigna “Nadie se salva solo”, frase tomada de El Eternauta que se convirtió en un grito colectivo contra un plan de ajuste que desde la llegada de Javier Milei dejó fuera del sistema a más de 4.000 trabajadores.
“Desde el estudio de la pandemia hasta la producción de alimentos, desde la historia argentina hasta la nanotecnología, no hay agenda de futuro sin ciencia”, se escuchó en los altoparlantes. Esta advertencia denunció el desfinanciamiento sistemático que suspende becas, elimina programas clave y deja sin ingreso a cientos de investigadores.
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La protesta, impulsada por científicos, docentes y gremios, se replicó en al menos 15 ciudades del país. Muchos llegaron vestidos con guardapolvos, barbijos o máscaras que aludían a la “nube tóxica” del Eternauta, mientras que carteles con la palabra “cientificidio” denunciaban la situación, con imágenes que mostraban a figuras como Bernardo Houssay atrapadas por cascarudos, y señalaban a Javier Milei y Darío Genua como responsables del desmantelamiento.
Entre las denuncias, se señaló que se bloqueó el ingreso al CONICET de dos cohortes de 800 investigadores aprobados por concurso, las becas y salarios cayeron un 40% en términos reales y la inversión en ciencia se redujo al 0,15% del PBI, por debajo del 0,17% de 2002. Además, la planta administrativa del sector se achicó un 11% y las renuncias crecieron un 24% en el año.
Sol Martínez, secretaria gremial de ATE CONICET Capital, aseguró: “Sólo este año se perdieron 4.000 puestos de trabajo; 1.400 en el CONICET. Se suman despidos administrativos, congelamiento de carreras científicas y un éxodo forzado de profesionales formados”. Martínez detalló que los salarios de investigadores y becarios están congelados hace más de un año, y que muchos colegas deben trabajar en plataformas de reparto para poder llegar a fin de mes.
Un documento firmado por la Red de Autoridades de Institutos de Ciencia y Tecnología afirmó que “el gobierno ha implementado una política de aniquilación de lo que llevó décadas construir”. Por su parte, la Junta de Calificación y Promoción del CONICET alertó que está en juego “la continuidad de un modelo de producción de conocimiento reconocido por su calidad, arraigo territorial y compromiso con los problemas del país”.
La ofensiva contra la ciencia y las universidades fue una bandera durante la campaña de Milei, con un discurso “radicalmente anti-ilustrado”, según la filósofa Marina Garcés, que desacredita el conocimiento validado y a quienes lo producen.
Fernando Meijide, investigador del Instituto de Biodiversidad, explicó que “el desfinanciamiento opera por desgaste: no se otorgan subsidios aprobados, no se incorporan becarios, faltan insumos básicos, y muchos terminan emigrando o abandonando la investigación”. Añadió que “cerrar ingresos, congelar becas y recortar programas implica un daño estructural que tomará décadas revertir y afecta la democracia y la moral pública”.
Los manifestantes reclamaron, además, una audiencia con las autoridades científicas del Gobierno, que hasta ahora no han querido reunirse para explicar sus planes para el desarrollo científico nacional.
“Esperamos que, al menos, nos reciban. Es nuestro derecho y su obligación”, concluyó Sol Martínez, reflejando la urgencia y el descontento del sector frente a la crisis que atraviesa la ciencia argentina.