ACTUALIDAD
17 de mayo de 2025
Más de 2.500 Personas Evacuadas por el Temporal Más Fuerte del Año

La tormenta más intensa en décadas dejó ciudades bajo agua, rutas cortadas y más de 400 mm de lluvia en menos de un día. El gobierno bonaerense confirmó que no hubo víctimas, pero la emergencia sigue activa.
Un verdadero desastre climático golpeó este fin de semana a gran parte del territorio bonaerense, donde las lluvias torrenciales superaron todos los registros y desataron un caos inédito. En menos de 24 horas, en algunas localidades del noroeste provincial cayeron hasta 400 milímetros de agua, el equivalente a un mes entero de precipitaciones. El saldo: más de 2.500 personas evacuadas, caminos intransitables, barrios inundados y un operativo de emergencia en marcha que apenas logra contener los daños.
“El núcleo más intenso de la tormenta se trasladó a Entre Ríos, pero la alerta naranja continúa vigente hasta esta noche”, informaron desde el Gobierno provincial, que desplegó un Comando de Incidencias junto a Defensa Civil, fuerzas federales y equipos municipales. El gobernador Axel Kicillof, que monitorea la situación desde el inicio del temporal, confirmó que “no se registraron víctimas fatales”, aunque advirtió que las próximas horas serán clave para evitar nuevas complicaciones.
Zárate y Campana fueron, otra vez, epicentro del desastre. “Los campos parecen un mar, no se distingue la ruta de las zanjas. Es impresionante la cantidad de agua”, relató Miguel Ruberti, vecino de una de las zonas más afectadas. En esas localidades, como también en Marcos Paz, Chivilcoy, Colón, General Arenales, Luján, San Antonio de Areco, Junín, Moreno, Merlo, La Matanza y Escobar, las imágenes se repiten: autos flotando, casas invadidas por el agua, calles que se transforman en ríos y vecinos atrapados sin poder salir.
Vialidad Nacional informó que varias rutas de importancia —incluidas las 8 y 9— permanecen cerradas, con desvíos de emergencia y tramos completamente colapsados. Desde Defensa Civil insistieron en que “no se circule por zonas inundadas”, y pidieron a la población mantenerse atenta a los canales oficiales de información, ya que el pronóstico anuncia más lluvias para el resto del fin de semana.
Con escenas que remiten a catástrofes pasadas y una sensación de impotencia generalizada, las autoridades trabajan contrarreloj para asistir a los damnificados y evitar un escenario aún más grave. “Esto superó todos los protocolos”, admitió un funcionario local ante el reclamo desesperado de vecinos por la falta de obras de drenaje y limpieza de arroyos.
Mientras tanto, la provincia continúa bajo vigilancia extrema. Las mochilas de emergencia, los teléfonos cargados y las precauciones básicas se volvieron imprescindibles. El agua, por ahora, no da tregua.