INTERNACIONALES
8 de marzo de 2025
Trump suspende aranceles a México y Canadá hasta el 2 de abril tras tensiones comerciales

El presidente de EE. UU. retrocede en su ofensiva económica y pospone la mayoría de aranceles a productos mexicanos y canadienses, otorgando un respiro a la economía de ambos países.
En un giro inesperado, Donald Trump suspendió los aranceles a México y Canadá, dando un respiro a las economías de ambos países tras una serie de tensiones comerciales que amenazaban con desestabilizar la relación económica entre América del Norte. El presidente estadounidense anunció en sus redes sociales que los productos de ambos países incluidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC) estarán exentos de aranceles hasta el 2 de abril.
Trump justificó su decisión como una "consideración hacia la presidenta Claudia Sheinbaum", con quien, según comentó, mantuvo una conversación telefónica para coordinar esfuerzos en temas como la lucha contra la migración ilegal y el tráfico de fentanilo. "Nuestra relación ha sido muy buena y estamos trabajando duro, juntos, en la frontera", afirmó el presidente estadounidense, destacando la cooperación entre los dos países en un tema tan sensible.
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Poco después de este anuncio, Trump extendió la misma medida a Canadá, en un gesto que parece buscar calmar las tensiones entre los tres países, principalmente por los aranceles que él mismo había impuesto en un intento de presionar a sus vecinos para que tomaran medidas más estrictas en temas de seguridad fronteriza.
El presidente había implementado aranceles del 25% a productos de ambos países, con excepción de los hidrocarburos canadienses, a los que les aplicaba un 10%. La decisión, que fue recibida con cautela en México, parecía ser una amenaza para la relación comercial que ambos países han mantenido durante más de 30 años. La estrategia de Trump, dirigida a presionar sobre el fentanilo y la migración ilegal, desató una serie de represalias por parte de Canadá, que introdujo sus propios aranceles sobre productos estadounidenses, y de México, que esperaba tomar medidas adicionales si no había un acuerdo.
Ahora, con la suspensión de los aranceles, el panorama parece aliviarse, aunque aún persisten las dudas sobre si este cambio de rumbo es una concesión política de Trump o una táctica temporal para calmar las aguas. Empresas mexicanas, especialmente en Ciudad Juárez, que ya habían comenzado a frenar sus exportaciones a EE. UU. por el temor a los aranceles, respiraron con alivio. La ciudad, clave en la integración económica entre ambos países, depende enormemente del comercio bilateral.
En la frontera, muchos empresarios temen que los aranceles puedan interrumpir las cadenas de suministro regionales y afectar la inversión extranjera, especialmente en momentos en los que México ha apostado por el fenómeno del "nearshoring". Mario Cepeda, líder local de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), señaló que las tarifas impositivas podrían haber tenido un impacto devastador en la economía de la ciudad, obligando a las empresas a mirar hacia otros mercados fuera de EE. UU.
Si bien el presidente estadounidense había señalado su intención de usar los aranceles como una herramienta para presionar por mejores políticas de migración y seguridad, las decisiones de suspenderlos temporalmente parecen indicar que el foco de tensión podría haber cambiado. Sin embargo, tanto México como Canadá aún esperan más claridad sobre las políticas comerciales futuras de Trump. La pregunta que queda es si este gesto de "respiro" será suficiente para restaurar la confianza a largo plazo, o si se trata solo de una pausa en un conflicto más grande.