ACTUALIDAD
2 de enero de 2025
¡Corte masivo de luz en el AMBA! 95 mil usuarios afectados y la situación sigue siendo crítica
El servicio comenzó a normalizarse durante la noche, pero más de 16 mil hogares seguían sin electricidad en la madrugada del jueves. Las lluvias y el granizo complicaron las tareas de reparación.
Un nuevo apagón azotó al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) este miércoles, dejando a 95 mil usuarios a oscuras y poniendo en evidencia las graves falencias del sistema eléctrico. Según el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), los cortes de luz comenzaron a la tarde y alcanzaron su pico máximo cerca de las 18:30, afectando principalmente a los habitantes del sur del conurbano bonaerense, donde Edesur se vio fuertemente impactada. Sin embargo, el alcance del apagón también llegó a zonas de Edenor.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las zonas de Almagro, Balvanera, Recoleta y San Nicolás fueron algunas de las más afectadas, con Edesur reportando fallas en el servicio de media tensión. En la provincia, los partidos de Almirante Brown, Quilmes, Lomas de Zamora y Avellaneda se vieron también sumidos en la oscuridad. Por su parte, Edenor indicó problemas en barrios de la Capital como Colegiales, Belgrano y Palermo, así como en localidades del conurbano como Escobar, Moreno y Merlo.
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La empresa distribuidora Edesur emitió un comunicado aclarando que el corte en Recoleta fue provocado por un fallo de generación en las subestaciones Azcuénaga y Paraná. Afortunadamente, ambas fueron recuperadas rápidamente, lo que permitió restaurar el servicio en esa área. No obstante, el panorama empeoró con las fuertes precipitaciones y la caída de granizo que complicaron las tareas de restablecimiento en otras zonas afectadas.
El impacto del corte fue más grave de lo previsto: a las 18:30, el apagón dejó a 85.150 usuarios sin luz en la zona de Edesur y 10.450 en el área de Edenor. A pesar de que las temperaturas más frescas de diciembre ayudaron a reducir el consumo eléctrico, las lluvias intensificaron la fragilidad de la infraestructura eléctrica, que continúa siendo un cuello de botella en el sistema, especialmente durante los picos de demanda.
“El clima jugó a nuestro favor, y por suerte no tuvimos una crisis mayor”, indicaron fuentes cercanas a las distribuidoras. Aun así, no hay garantías de que esta situación no se repita. Con los meses más cálidos a la vista y el aumento del consumo eléctrico tras el regreso a clases, el AMBA podría enfrentarse a un desafío aún mayor. Los expertos ya advierten sobre los riesgos de los próximos meses, y tanto el Gobierno como las empresas del sector aseguran estar trabajando en planes de contingencia para mitigar los posibles cortes.
En un contexto donde las tensiones por el suministro eléctrico parecen aumentar, los usuarios se preguntan cuánto más podrá resistir un sistema obsoleto frente a las demandas de una región densamente poblada. ¿Estaremos preparados para lo peor?