El Tesoro de Estados Unidos intervino directamente en el mercado cambiario argentino para contener la cotización del dólar y apuntalar al gobierno de Javier Milei. La operación, sin precedentes por su nivel de injerencia, implicó la venta de entre 100 y 200 millones de dólares a través del banco Santander y otros intermediarios financieros, provocando una baja inmediata en la divisa oficial.

La medida fue confirmada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien detalló la estrategia en la red X y adelantó los pasos a seguir en la política monetaria argentina. “La comunidad internacional está unida detrás de Argentina y su estrategia fiscal prudente, pero solo Estados Unidos puede actuar con rapidez”, escribió Bessent, asegurando además que “la banda de tipo de cambio sigue siendo adecuada”.

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El Tesoro también confirmó un swap por 20 mil millones de dólares y advirtió que está preparado para adoptar “medidas excepcionales” si la situación lo requiere. La operación fue bautizada en los mercados como “Carry Bessent”, en referencia a las estrategias financieras similares de Luis Caputo y Santiago Bausili: vender dólares, invertir en pesos y recomprar divisas con mayor rentabilidad.

El impacto fue inmediato: el dólar MEP cayó 5,7% y el CCL 5,8%, mientras que los bonos Globales y Bonares subieron entre 5% y 8%, y el índice Merval avanzó más de 12% en dólares. Los bancos lideraron las subas, con picos superiores al 20%.

El FMI celebró la intervención, aunque subrayó la necesidad de que Argentina acumule reservas. Kristalina Georgieva afirmó que “el organismo está completamente alineado con el fuerte programa económico del país, basado en disciplina fiscal y un robusto régimen cambiario para facilitar la acumulación de reservas”.

La decisión estadounidense provocó críticas internas. La senadora Elizabeth Warren cuestionó al presidente Donald Trump por destinar fondos a rescatar la economía argentina mientras recorta programas sociales. “En vez de usar nuestros dólares para comprar pesos argentinos, Trump debería ayudar a los estadounidenses a pagar su cobertura de salud”, escribió.

Economistas como Maurice Obstfeld y Paul Krugman advirtieron sobre los riesgos de la maniobra. Obstfeld sostuvo que “esta estrategia no rescatará la deuda argentina ni el peso por mucho tiempo”, mientras que Krugman consideró que “ni siquiera 20 mil millones de dólares podrían salvar la fallida estrategia económica de Javier Milei”.

El episodio marca un hito histórico: por primera vez, el Tesoro estadounidense actúa directamente en el mercado cambiario argentino, asumiendo un rol de control económico que deja al gobierno de Milei sin margen de maniobra y totalmente dependiente de Washington.