Vélez Sarsfield cerró un año de emociones intensas al consagrarse campeón de la Liga Profesional 2024 con un triunfo contundente ante Huracán por 2-0 en el estadio José Amalfitani. Con este título, el primero en 11 años, el Fortín selló su regreso a lo más alto del fútbol argentino, bajo la dirección técnica de Gustavo Quinteros, y encendió la fiesta en Villa Luro.

El partido tuvo un comienzo parejo, con Huracán mostrando iniciativa en los primeros minutos, pero el rumbo cambió tras la salida por lesión de Fernando Tobio, lo que debilitó al Globo y permitió que Vélez tomara el control. A los 29 minutos del primer tiempo, llegó la apertura del marcador en una jugada que no estuvo exenta de polémica. Maher Carrizo desbordó entre los defensores rivales y, tras un rebote que dejó el arquero Hernán Galíndez, Claudio Aquino capitalizó para marcar. El tanto fue inicialmente anulado, pero el árbitro Facundo Tello lo convalidó tras la revisión del VAR, desatando las quejas del equipo visitante.

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Con la ventaja a su favor, Vélez manejó el partido con autoridad. En el segundo tiempo, el Fortín amplió la diferencia gracias a Damián Fernández, quien aprovechó otro rebote de Galíndez tras un potente disparo. Ese segundo gol consolidó la superioridad del equipo local y sentenció el resultado.

Mientras el reloj corría, el José Amalfitani se convirtió en un escenario de celebración absoluta. Los hinchas no pararon de alentar, y los jugadores, confiados en la victoria, se dieron el lujo de disfrutar en el campo. “Ole, ole”, se escuchaba desde las tribunas, mientras Joaquín García protagonizaba un gesto de picardía al pararse sobre la pelota, una imagen que sintetizó la noche perfecta para Vélez.

Con este triunfo, el Fortín no solo logró el 17° título en su historia, sino que también aseguró su lugar en la Copa Libertadores 2025, luego de finalizar primero en la tabla con 51 puntos. Huracán, por su parte, cerró el torneo en la cuarta posición y con una plaza en la Copa Sudamericana, aunque con el sabor amargo de no haber podido inquietar al campeón en un partido decisivo.

“Es una alegría inmensa, un título que la gente de Vélez merecía después de tanto tiempo”, expresó el entrenador Gustavo Quinteros tras el encuentro, visiblemente emocionado por el logro de su equipo.

La victoria marcó el final de un año lleno de desafíos para Vélez, que había sufrido dos duros golpes al perder la final de la Copa Argentina ante Central Córdoba y caer por penales frente a Estudiantes en la definición de la Copa de la Liga. Pero esta vez, la tercera fue la vencida, y el Fortín recuperó su lugar en la elite del fútbol argentino, escribiendo un nuevo capítulo de gloria en su historia.