La caída del consumo en Argentina sumó en noviembre un dato especialmente preocupante: el fuerte retroceso en la venta de medicamentos. Informes privados y referentes del sector farmacéutico advierten que la baja no solo refleja la recesión económica, sino que ya comienza a tener consecuencias directas sobre la salud de la población, en particular entre jubilados y pacientes con enfermedades crónicas.

De acuerdo con un relevamiento de la consultora Scentia, las ventas en farmacias registraron una caída interanual del 6,9 por ciento durante noviembre. En ese contexto, la comercialización de medicamentos mostró un descenso promedio del 2,1 por ciento en los últimos doce meses, un dato que contrasta con el repunte del 7,1 por ciento registrado en octubre y que refuerza la volatilidad del consumo.

Con estos números, el consumo de medicamentos acumula una baja interanual del 0,5 por ciento en lo que va del año. En paralelo, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa informó que las ventas en farmacias cayeron un 9,1 por ciento en noviembre en comparación con octubre, aunque mostró una suba interanual del 1,8 por ciento, lo que expone diferencias metodológicas entre los relevamientos pero confirma un escenario de fragilidad.

Desde los laboratorios nacionales reconocieron la retracción en las ventas, aunque algunos la atribuyeron a la menor cantidad de días hábiles por el fin de semana largo del Día de la Soberanía. Sin embargo, admitieron que la producción muestra un freno marcado durante el segundo semestre del año, en un contexto de incertidumbre económica, suba de tasas, inestabilidad cambiaria y menor demanda interna, parcialmente compensada por el crecimiento de las exportaciones.

Otros actores del sector advierten que el problema va más allá del calendario y responde a la pérdida sostenida del poder adquisitivo. Señalan que muchos jubilados afiliados al PAMI priorizan exclusivamente los medicamentos gratuitos y dejan de comprar aquellos que requieren algún copago, porque no pueden afrontarlo con sus ingresos actuales.

La restricción por ingresos al acceso a medicamentos gratuitos del PAMI, implementada en diciembre de 2024, aparece como uno de los factores centrales para explicar la caída interanual, ya que en noviembre la cobertura aún era más amplia. Desde el sector sostienen que el impacto de esa medida se profundizará en los próximos meses.

El Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos informó que las ventas de medicamentos cayeron un 9,7 por ciento en noviembre respecto de octubre y un 14 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado. Su referente, Marcelo Peretta, sostuvo que estos números reflejan una pérdida real del poder adquisitivo mayor a la que muestran los índices oficiales de inflación.

El dirigente también cuestionó la forma en que se mide el impacto de los precios, al señalar que la canasta de medicamentos relevada es limitada. Advirtió además que la mitad de la caída corresponde a medicamentos bajo receta, lo que implica que muchos pacientes están dejando de cumplir sus tratamientos.

Según estimaciones del gremio, el año cierra con cinco de cada cien pacientes crónicos que interrumpen o abandonan su medicación por no poder pagarla. Para el sector farmacéutico, se trata de una señal de alarma que ya no se limita a lo económico y que comienza a instalarse como un problema serio de salud pública.