San Lorenzo respiró aliviado y sigue en carrera en la Copa Argentina. En un partido friccionado y sin goles, el equipo dirigido por Leandro Romagnoli eliminó este sábado a Quilmes por penales y avanzó a los octavos de final del certamen. El cruce, disputado en el Estadio Ciudad de Lanús, se definió desde los doce pasos tras un 0-0 intenso, donde el arquero paraguayo Orlando Gill fue figura indiscutida con una atajada clave y presencia determinante bajo los tres palos.

El Ciclón tuvo la chance más clara en el primer tiempo, cuando el árbitro cobró penal a los 24 minutos por una infracción sobre Iván Leguizamón. Andrés Vombergar se hizo cargo de la ejecución, pero su remate —fuerte y a media altura— fue contenido de forma brillante por Esteban Glellel, que sostuvo a Quilmes en partido con una tapada a mano cambiada.

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En la segunda mitad, el panorama pareció inclinarse a favor de los de Boedo con la expulsión de Agustín Bindella por doble amarilla. Aun así, San Lorenzo no logró quebrar a un rival que se defendió con orden y apostó a los penales como su carta final.

En la definición, el equipo azulgrana fue más preciso. Orlando Gill le detuvo el remate a Gabriel Aranda y luego Francisco Flores falló el suyo al enviarlo por arriba del travesaño. El resultado final fue 4-3 para San Lorenzo, que desató el festejo en su hinchada y puso un pie en la siguiente ronda del torneo federal.

El Ciclón, que no se lució pero cumplió, aguarda ahora por su rival en octavos. La ilusión por volver a pelear por un título sigue viva, y el camino en la Copa Argentina promete emociones fuertes.