Platense escribió la página más gloriosa de su historia. Luego de 120 años de espera, el Calamar se consagró campeón del Torneo Apertura tras vencer 1-0 a Huracán en la final disputada en Santiago del Estero. El gol lo marcó Guido Mainero, con un zurdazo seco que quedó grabado para siempre en la memoria del pueblo marrón. “Fue mejor de lo soñado”, repetían los hinchas entre lágrimas, emoción y abrazos que cruzaron generaciones.

El título marca un antes y un después para el club de Saavedra, que no solo levanta su primera copa oficial, sino que además jugará la Copa Libertadores 2025 por primera vez en su historia. La hazaña tiene nombre propio: la dupla Favio Orsi-Sergio Gómez, que consolidó un equipo aguerrido, ordenado y valiente, con victorias resonantes ante gigantes como River, Racing y San Lorenzo a lo largo del torneo.

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En la final, Platense mostró convicción y carácter. Sostuvo el partido con solidez defensiva, intensidad en el medio de la mano de Leonel Picco y el desequilibrio ofensivo de Mainero y Taborda. La tribuna fue un aliento constante: “Que lo llevan adentro, como lo llevo yo”, tronó el estadio con miles de gargantas que viajaron desde todos los rincones del país para vivir el sueño en carne propia.

Hace solo seis años, Platense jugaba en la B Metropolitana. Hoy, se trepa a la cima del fútbol argentino y rompe con una historia marcada por la lucha y la resistencia. La primera estrella ya brilla en el cielo marrón. La espera terminó: Platense es campeón.