El partido entre Godoy Cruz y Talleres en el estadio Víctor Legrotaglie se vio abruptamente suspendido antes del inicio del segundo tiempo, luego de que el segundo asistente, Diego Martín, fuera alcanzado por un proyectil lanzado desde la tribuna local. El incidente ocurrió cuando el marcador reflejaba un empate sin goles, tras la anulación de un tanto para Godoy Cruz, y obligó al árbitro Yael Falcón Pérez a tomar la drástica decisión de parar el encuentro.

El objeto golpeó a Martín en la frente, causándole un corte visible y dejándolo en estado de conmoción. A pesar de recibir atención médica en el mismo campo, su estado de salud llevó a Falcón Pérez a comunicar su decisión a los capitanes de ambos equipos, Federico Rasmussen y Guido Herrera. “No hay posibilidades de seguir. No vamos a permitir que ninguno de nosotros salga lastimado. Si seguimos jugando, va a seguir pasando. Sé que no es culpa de los jugadores, es culpa de gente incivilizada", señaló el árbitro antes de abandonar el campo junto al resto de los oficiales.

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Este episodio de violencia no es aislado. Mendoza ya había sido escenario de otro suceso similar en 2024, cuando un partido entre Godoy Cruz y San Lorenzo también fue suspendido debido a los disturbios en las tribunas. La resolución de ese partido llevó casi cinco meses, lo que alimenta la incertidumbre sobre el futuro del encuentro suspendido entre Godoy Cruz y Talleres, que aún debía completar el segundo tiempo.

En cuanto al desarrollo futbolístico, el partido había transcurrido sin grandes emociones y estuvo marcado por la controversia de un gol anulado a Miguel Fernández de Godoy Cruz. Con la suspensión, ambos equipos siguen sin conseguir victorias en el torneo. Talleres aún no ha sumado puntos, mientras que Godoy Cruz solo ha logrado un empate ante Sarmiento.

La agenda de ambos equipos no se detiene. Talleres recibirá a Lanús el 9 de febrero a las 21:30, mientras que Godoy Cruz visitará a Gimnasia ese mismo día, a las 19:15. La atención estará puesta en la resolución del incidente y la continuación de la competencia, con la violencia en las tribunas como un problema persistente en el fútbol argentino.