INTERNACIONALES
20 de octubre de 2025
Rodrigo Paz rompe 20 años de hegemonía del socialismo y promete “unidad y cambio”

El economista Rodrigo Paz ganó el balotaje con el 54,5% y será el nuevo presidente de Bolivia. Derrotó a Tuto Quiroga y marcó el regreso de la derecha moderada tras dos décadas de dominio masista. Asumirá el 8 de noviembre con un llamado a la reconciliación nacional.
Bolivia vivió un vuelco histórico. En un reñido balotaje, Rodrigo Paz, candidato del Partido Demócrata Cristiano, logró el 54,5% de los votos y se impuso sobre el ex vicepresidente Jorge “Tuto” Quiroga, que obtuvo el 47,4%. Con el 97% de las actas computadas, el triunfo del economista tarijeño fue irreversible y abrió una nueva etapa política tras veinte años de gobiernos vinculados al Movimiento al Socialismo.
A los 58 años, Paz se prepara para asumir la presidencia el próximo 8 de noviembre. En La Paz, miles de simpatizantes celebraron su victoria y corearon consignas por la “unidad nacional”. Su compañero de fórmula, Edmand Lara, fue el primero en hablar ante los medios y pidió dejar atrás las divisiones: “El pueblo nos dio la oportunidad de gobernar para todos. Se acabaron los colores políticos”, sostuvo.
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Desde su búnker, Tuto Quiroga reconoció la derrota y llamó a su rival para felicitarlo. “Mi alma está partida, no por algo personal, sino por las dificultades que atraviesa Bolivia. Ninguna derrota es definitiva”, afirmó, visiblemente emocionado.
Paz subió luego al escenario montado en el centro de La Paz y se dirigió a la multitud. Prometió “tiempos de cambio y renovación” y aseguró que el país “recupera su lugar en el mundo”. En su discurso, mencionó que ya había recibido el saludo del gobierno de Donald Trump y garantizó que “a Bolivia no le faltará combustible”, en clara alusión a uno de los problemas más sensibles de los últimos meses.
El presidente del Tribunal Supremo Electoral, Óscar Hassenteufel, confirmó que la jornada transcurrió con “absoluta normalidad” y destacó una participación récord, que osciló entre el 85% y el 89% del padrón.
El proceso electoral tuvo su primera vuelta el 16 de agosto, donde Paz había sido el más votado con el 31%, aunque sin los apoyos necesarios para evitar el balotaje. Su ascenso fue meteórico: hijo del ex presidente Jaime Paz Zamora, ex diputado, ex intendente y senador, logró consolidarse como una alternativa moderada frente al desgaste del MAS y la crisis interna del gobierno de Luis Arce.
Aunque su vicepresidente electo proviene de las fuerzas policiales y mantiene un discurso más duro en materia de seguridad, Paz se define como un “puente entre modelos”, capaz de combinar mercado y justicia social. Su perfil dialoguista y su sintonía con Washington fueron claves para su victoria.
Desde Estados Unidos, el Departamento de Estado felicitó al nuevo mandatario y expresó su intención de “trabajar juntos para restaurar la estabilidad económica y fortalecer la seguridad”.
El gobierno argentino de Javier Milei también saludó el triunfo de Paz. En un comunicado, la Cancillería destacó “una jornada ejemplar que reafirma el valor de la libertad y la democracia”, y expresó su deseo de seguir trabajando por la estabilidad y la prosperidad regional.
Con el fin del ciclo masista, Bolivia abre un nuevo capítulo. Rodrigo Paz promete reconciliación, pero hereda un país profundamente dividido y una economía en tensión. La derecha moderada vuelve al poder y las expectativas son tan grandes como los desafíos que lo esperan en el Palacio Quemado.