La Cámara de Diputados le propinó un nuevo revés al gobierno nacional con una intensa jornada parlamentaria donde el oficialismo quedó aislado y sin margen para reaccionar. En total, se aprobaron doce iniciativas contrarias a los intereses del Ejecutivo, en un contexto de tensión creciente con bloques provinciales y a poco de un año electoral decisivo.

Entre los avances opositores se destacan la media sanción al aumento del presupuesto universitario y la garantía de financiamiento para el Hospital Garrahan, proyectos que cuentan con números favorables para avanzar en el Senado antes de fin de mes.

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Además, la Cámara rechazó cinco decretos presidenciales clave: la disolución de Vialidad Nacional, la limitación del derecho a huelga, la reforma del Banco Nacional de Datos Genéticos, la reestructuración de organismos culturales y la eliminación del INTA y el INTI. Estas medidas contaron con el respaldo de fuerzas que van desde el radicalismo hasta la izquierda y bloques provinciales independientes.

La estrategia oficialista de vaciar el recinto para impedir el quórum fracasó, y la oposición reunió los 133 diputados necesarios para sesionar desde el inicio. La tensión escaló dentro y fuera del Congreso, con reiterados intentos de suspensión de la sesión por parte de Martín Menem y operativos represivos en las calles.

La sesión también desbloqueó la comisión investigadora del escándalo Libra, que llevaba meses paralizada por La Libertad Avanza. El martes próximo se prevé avanzar con la reglamentación para convocar a Karina Milei y otros involucrados, mientras la causa sigue su curso en la justicia estadounidense.

Por último, se aprobaron emplazamientos para que distintas comisiones aborden temas urgentes como el reparto de fondos provinciales, la emergencia en ciencia y técnica y la ley sobre el Alzheimer. En las próximas semanas se espera una sesión crucial para intentar rechazar los vetos presidenciales sobre jubilados y discapacidad, donde la oposición busca consolidar los dos tercios necesarios.