Milei criticó la gestión del gobernador, señalando su "pésimo desempeño", aunque el mandatario bonaerense no tiene la intención de asumir el papel de antagonista que le sugiere el gobierno nacional, considerándolo un intento de "distraer" a la opinión pública de la crisis.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, centrado en la gestión del territorio más grande y poblado de Argentina, ha decidido no entrar en disputas con el presidente Javier Milei, a pesar de las críticas. Su enfoque sigue siendo mantener un Estado presente para garantizar la equidad social en la provincia con mayores asimetrías del país.
El entorno de Kicillof señala que evitarán participar en las confrontaciones propuestas desde la Casa Rosada, incluso cuando Milei lo criticó por su gestión pasada. A pesar de las críticas de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el vocero Manuel Adorni sobre la toma de tierras en La Matanza, el gobierno bonaerense considera que estas disputas buscan distraer la atención de los desafíos económicos y sociales agravados por la devaluación, los aumentos de precios y los tarifazos.
En lugar de confrontar directamente con Milei, Kicillof buscará mantener una relación institucional seria con el presidente. Aunque expondrá los modelos antagónicos en ciertas ocasiones, su enfoque será evitar una escalada innecesaria de tensiones. El gobernador espera ser convocado para un encuentro propuesto por el ministro del Interior, Guillermo Francos, donde planteará las necesidades de la provincia y discutirá cifras, dado que el distrito recibió un 11% menos de fondos nacionales en la primera quincena de este mes en comparación con el año pasado.
En La Plata, señalan que hasta ahora, la administración nacional solo ha enviado lo correspondiente por ley de Coparticipación y el dinero del Fondo de Seguridad, sin actualizar por inflación el Consenso Fiscal. Descartan la opción de emitir una moneda propia.
El gobernador Kicillof ha instado a sus ministros a buscar diálogo con sus pares nacionales para obtener información precisa sobre la continuidad de programas y proyectos. Sin embargo, sostienen que desde la administración nacional solo reciben respuestas evasivas y poca claridad.
En una reunión reciente con su gabinete, Kicillof estableció que, sin las transferencias no automáticas ni fondos para obra pública, la Provincia se verá obligada a ajustar el gasto público. Se les pidió a los funcionarios que comiencen a considerar recortes no solo por la falta de fondos provenientes de la Nación, sino también por los efectos de la recesión en la recaudación nacional, lo que impactará en los impuestos coparticipables a las provincias.
La estrategia es "achicar o reconfigurar" proyectos para lograr eficiencia en el gasto y poder llevar a cabo los planes con menos recursos. Se menciona el ejemplo del Programa ReCreo, que el verano pasado instaló cinco paradores en la costa atlántica, mientras que esta temporada solo hay uno.
Sin embargo, el aumento de salarios es considerado como un ítem no negociable por el gobernador, siendo la primera asignación de recursos. Se asegura que la provincia de Buenos Aires tiene el menor nivel de recursos y gastos por habitante, y es la segunda con menor cantidad de empleados públicos en el país, descartando la posibilidad de despidos en áreas esenciales como educación, policía, salud, etc.
