Durante el verano, la ciudad costera ofrece una amplia gama de posibilidades para disfrutar bajo el sol. Una pregunta que se hacen muchos es si es posible nadar en el mar, y la respuesta es sí, ya que si bien el agua es fresca no difiere en mucho de las playas más conocidas de la costa bonaerense. Inclusive, por su condición geográfica y la amplia exposición solar suelen estar bastante más templadas. Otra ventaja es que al ser tan anchas no se saturan de gente y de sombrillas. Cabe aclarar que en los balnearios se ofrece todo tipo de actividades náuticas y cocina de mar.
Desde el muelle, en el centro de la ciudad, hasta el Monumento al Indio, hay kilómetros ininterrumpidos de playa para caminar, correr, tomar sol y descansar frente a las aguas calmas del Golfo Nuevo.
El dato: cuando la marea está baja, desde la Rambla puede haber varias cuadras de arena hasta llegar a la orilla. Por eso, salvo que el viajero busque lo contrario, es muy fácil encontrar un lugar aislado, propio, y que a la vez esté cerca de un parador con todos los servicios.
En cuanto al clima, en verano las temperaturas máximas alcanzan los 35º C y en el agua, ronda los 18º. Hace calor, cierto, pero también suele soplar una brisa fresca, que trae alivio y hace agradable cualquier paseo o caminata.
La rambla que recorre toda la costa es ideal para andar en bicicleta, skate o rollers, y sobre ella se distribuyen los balnearios con exquisitas cartas de almuerzo y cena, y diversas propuestas de actividades al aire libre.
Entre los paradores se destacan Coral, Náutico Bistró de Mar, Riviera, Praia, Sara, Club 01, Avelino y Parador Municipal PM. En la mayoría se puede practicar windsurf y kite, paseos en kayak, alquiler tablas o tomar clases de stand up paddle y yoga.
