El Gobierno redujo casi a la mitad el techo de ingresos a partir del cual los trabajadores registrados dejan de acceder al beneficio de las asignaciones.
El Gobierno ha reducido significativamente los topes salariales a partir de los cuales los trabajadores dejan de percibir las asignaciones familiares. El límite de ingresos a nivel individual ha sido rebajado de casi 2 millones de pesos a algo más de 1 millón de pesos por mes. Por encima de esta cifra, los trabajadores ya no podrán acceder al beneficio. Esta medida, respaldada por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70, se enmarca en la emergencia pública declarada en diversas áreas hasta el 31 de diciembre de 2025.
La reducción del tope salarial implica que una parte considerable de trabajadores medios y medios-altos experimentarán una disminución en su salario de bolsillo, especialmente a medida que se cierren aumentos en las paritarias y en un contexto de alta inflación. Este cambio afecta a beneficios como el salario familiar por hijo, la asignación prenatal, por adopción y la ayuda escolar anual.
El Decreto 194/2024, publicado en el Boletín Oficial, establece nuevos límites para la percepción de asignaciones familiares. Por ejemplo, el límite individual de ingresos se reduce a 1.077.403 pesos mensuales, y el tope máximo familiar se establece en 2.154.806 pesos, equivalente al doble del límite individual.
Esta medida representa un recorte significativo en comparación con las disposiciones anteriores, lo que significa que muchas personas dejarán de recibir el beneficio al superar el nuevo límite de ingresos. Esta disminución del tope salarial se suma a otras políticas de ingresos, como la caída en términos reales de las jubilaciones, el deterioro del salario mínimo y los ajustes en los planes sociales.
En resumen, esta reducción en los topes salariales para acceder a las asignaciones familiares es parte de un conjunto de medidas que impactan en los ingresos de los trabajadores y que reflejan la complejidad del contexto económico y social actual.
