El año 2023 culminó con un retroceso acumulado del 1,6% en la economía, tras el deslizamiento experimentado en el último mes del año. Las perspectivas futuras sugieren un panorama negativo.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la actividad económica experimentó una caída del 3,1% en diciembre del año pasado en comparación con el mes anterior, y un descenso del 4,5% en relación al mismo mes de 2022. Este resultado contribuyó a una disminución acumulada del 1,6% para todo el año 2023.
Este dato marca el primer indicador oficial de la actividad económica durante la gestión del gobierno de Javier Milei, caracterizado por una fuerte devaluación del tipo de cambio que impulsó la inflación y afectó el poder adquisitivo de la población.
La depreciación del peso y la consecuente inflación, junto con las malas perspectivas en la actividad de la construcción debido al parón en la obra pública, configuran un panorama desalentador para la economía. El único rayo de esperanza se encuentra en la promesa de una buena cosecha en 2024, después de la devastadora sequía del año anterior.
En comparación con diciembre de 2022, algunos sectores experimentaron aumentos interanuales significativos, como la pesca (8,8%), la agricultura, ganadería, caza y silvicultura (8,1%), y la explotación de minas y canteras (6,2%). Sin embargo, otros sectores sufrieron fuertes caídas, como la intermediación financiera (12,2%), la industria manufacturera (11,9%) y el comercio mayorista, minorista y de reparaciones (8,5%).
El deterioro en la actividad económica plantea un riesgo significativo para el empleo, ya que los sectores que suelen emplear a una gran cantidad de personas, como la industria, el comercio y la construcción, están experimentando fuertes contracciones. Por ejemplo, el Índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) cayó un 12,8% interanual en diciembre, y sectores como maquinaria y equipo, siderurgia, alimentos y bebidas, entre otros, también registraron descensos significativos.
La incertidumbre y el pesimismo entre los empresarios manufactureros son evidentes, con casi la mitad anticipando una disminución en la demanda interna para el primer trimestre de 2024 y una mínima intención de contratación de personal.
En el sector del comercio, se pronostica una contracción del consumo masivo del 7% para este año, y las compras en establecimientos pymes ya muestran retrocesos significativos.
La construcción enfrenta una situación crítica debido a la paralización de la obra pública, con un descenso del 19,6% en el Índice Construya en relación a diciembre y un 29,2% por debajo de enero de 2023. Los empresarios del sector advierten sobre el riesgo para miles de empleos y cientos de empresas si la situación no mejora.
